25 oct 2023

SIMBOLISMOS

SIMBOLISMOS

    Ante la llegada del 1 y 2 de noviembre, la identidad de mi pueblo se entrelaza con infinidad de sentimientos encontrados, de aromas añejos y de sonidos que trascienden a través de nuestro actual presente.


    Es esta fecha parte de los momentos inolvidables donde a nuestros muertos se les agasaja con  simbolismos, inmortalizando su recuerdo en el corazón de nuestro pueblo. ¡Es ahí que con ternura nuestra  memoria  se impone ante el olvido de aquellos que rechazan el legado de nuestras tradiciones!.



    Dicho legado sobre el olvido prevalece y entre nostalgia y esperanza nuestros fieles difuntos anhelan la llegada  del otoño. Estación donde germina la emblemática flor de cempasúchil. Ella se exhibe ante  los muertos con sus coloridos botones, que les dotan de  la chispa de vida a esas sus oscuras y cuencas vacías. Es su cosecha un acto tan sublime, que sus pétalos al ser tocados desprenden una icónica estela que hasta el viento se impregna transpirando por doquier una amarga esencia que irresistible nos susurra, que con ternura  a nuestros finados les despierta y hasta la andrógina muerte embelesada de tal amargo bálsamo el deseo le increpa.


IDENTIDAD

    Es en ese momento mágico en el que se inicia  el llamado a nuestros muertos. Ellos  felices se alistan para cumplir con nuestra próxima cita.  En ese retorno de ánimas, la huesuda al frente se hace presente ataviada con un rebozo de seda picada e incrustadas lleva sobre sus coloridas trenzas la flor de nube de tal excelsa pureza, que purifica el camino por el cual sus rebaños recorren hacia el mundo mortal. 


    Nuestros pensamientos ansiosos por su llegada les guían, y ante el frío de la madrugada nuestro cariño les arropa tal cuales brazos de una suavidad de rojo terciopelo, que con fuerza y a la vez con delicadeza a su esencia se aferran  ante la indiferencia de generaciones venideras.


IDENTIDAD

    Ya dentro del camposanto las tumbas se revisten de color y textura, mientras en los altares se exhiben sabores, aromas y bebidas ante los retratos de los que ya se nos han adelantado y que hoy retornan para ser una vez más ser honrados. Este es su ritual, esta es nuestra ofrenda, emotiva y representativa de nuestro cariño y admiración a aquellos que alguna vez vivieron y que una vez más hoy regresan del más allá haciéndose presente en nuestro plano terrenal. 


    Es esta fecha tan especial que entre flores y copal; velas y sal, los recuerdos se amalgaman con aquello que alguna vez tuvo rostro, que alguna vez se revistió de piel y huesos y hoy tan solo su  esencia es percibida por aquellos que leales en su ausencia en recuerdos son ya vida eterna. 


    Nuestros difuntos al estar frente a su ofrenda degustan con entusiasmo; satisfechos ya sin arrepentimientos  marchan hacia el Mictlán tarareando su rola favorita. Escoltados por su regidora la muerte, que gustosa porta en sus manos aquellos ramos de flores que  les ofrendamos, y ha cada paso que los va acercando más y más a su eterno descanso, las flores se van despojando de su color y aroma.


IDENTIDAD

    En cada año, dentro del presente festejo de día de nuestros muertos el pasado cobra vida, siendo ya parte imprescindible de nuestra identidad. De una cultura que hereda hoy por hoy a vivos la oportunidad de interactuar espiritualmente con sus muertos que en dicha festividad se hacen presentes, en un hoy que se resiste a su olvido. 


IDENTIDAD

@ Reservados





6 jul 2023

NO ES POR SOLEDAD

#Aquílapoesíatambiéntranspira
No es por soledad

No es por soledad el motivo por el cual te echo de menos, son únicamente estos días que pasan de largo negando a mi locura  la falta de tu ausencia, mientras mi razón procura el no hacerme pedazos.


Abrumado tu recuerdo se exilia dentro del anonimato de mis años. El pretende ser liberado en alguno de mis tantos pasados, qué crueles me sentencian con dolor a depurar en cualquiera de mis presentes el rose de tus labios que antaño me arrebataron de los fríos brazos del celibato.


La luna dentro de sus  cuatro fases proyecta sobre mi cuerpo mil siluetas. Ellas, seductoras pretenden aparearse con mi sombra, pero tu añejo sentimiento surge como aquel latido que en nuestro inicial encuentro ambos compartimos. El, aferrado restriega tu libido dentro de mi pecho despertándome una vez más en el clímax de mi reencarnar. Pero no, no es por soledad que mi pensamiento exhale con dulzura aquel nombre que forma parte de mi estado emocional y que al ser develado por mis labios, me recuerda que aún en la distancia, que aún después de tu partida  mi alma le seguirá  haciendo el amor  a tu vida. 


Pero no es por soledad que mis suspiros se eleven sobre tu cielo, como tales cometas multicolores se muestran tiñendo a tus grises nubes. Testigos fieles de nuestro añejo encuentro, que conmovidas por mi sincero sentimiento se resguardan  dentro de mis ojos, y  por cada gota de agua que derraman dentro de mi mirada, ellas únicamente desbordan sobre mi vista la nostalgia generada en ausencia de tu coraza. Pero no, no es  por soledad.


No, no es por soledad el motivo por el cual te echo de menos. Son únicamente estos momentos donde mi soledad cuestiona a mi sentimiento. ¿Del por qué en más de mil reencarnaciones mis manos al contacto con piel extraña necean con la textura de tu cuerpo?


Son tantas las tumbas donde dormitan mis restos que si en algún momento te presentas antes de un nuevo despertar. Con todos esos epitafios sabrás que existí, que pensaba en ti y que tal vez me tuve que ir porque la muerte no ignora ya mi sentir.  ¡Dichos epitafios te confirmaran que mi amor por ti ni siquiera el tiempo lo ha logrado olvidar.


Pero no, no es por soledad el motivo por el cual me quiero en tu vida. Es solo que en esta sucesión inevitable de acontecimientos el destino entrelazo nuestros pensamientos, encarnando tus latidos en los míos, mientras en todos mis pasados, en este presente, una vez más mis huesos erosionados son aspirados por el señor de los vientos, que visualizando mi sentimiento expira hacia mi nuevo nacimiento, fomentando en mí el compromiso de seguir propiciando nuestro encuentro y consciente de que no, no fuiste ni serás jamás parte de un sentimiento causado por la costumbre de mis momentos. 

 

©Reservados


23 abr 2020

Loco poeta


Vida aun te Espero
Loco poeta

Este es un loco poeta, que por las noches ante la presencia de la luna llena declama su sentimiento a su fallecido amor eterno.  De noche o de día sus manos plasman lo que su pensamiento calla  pero su corazón aún le grita.

 

Son palabras dulces preñadas en acciones yertas, qué gestadas por siglos en el anonimato de la ausencia conciben sublime poesía, que a media noche de su vientre desborda inspirada, tierna e infinita. ¡Fundiendo en un mortal beso a la muerte con la vida!

 

En este mismo cementerio donde yacen los restos de amores inconclusos e inciertos. La voz de este loco poeta se acompaña del lúgubre cantar de los cuervos. Al unísono palabra y graznido generan un infinito eco más allá del final de los tiempos. Debilitando el sello que separa al paraíso del infierno, mientras ángeles y demonios se entremezclan en una entrañable tregua; resguardando al rebaño de almas que en negación total codician una vez más la inocencia de aquella su primera experiencia.

 

Al difuminarse el aliento del sueño eterno, dichas almas despiertan e incrédulas observan a aquellos etéricos cuerpos que en vida poseyeron y hoy erosionados e incompletos; vulnerables asoman de aquellos decadentes entierros. ¡Ellos lentamente recobran un entrañable movimiento, ensalzando el momento con un mortal deseo de forjar una vez más hueso, carne, espíritu y anhelo.

 

Aquellos que injustamente fueron separados del alma y de la carne hoy discrepan debido a la negación de la vista, pero jamás de la mente. De sus petrificados e incompletos labios se devela aquel oculto juramento. ¡El cual, debido a su inevitable final fue desterrado ante la muerte y hoy retorna exigiendo una vez más vida en este, su  actual presente!

 

Debido a que su fama le precede, Vida y Muerte, entes andróginos protegen a este loco poeta de la podredumbre del destino, que alertado por el incomprensible sentimiento que este loco poeta a su eternidad les hace experimentar. Confabula para acabar con la esperanza de que quizás en una de esas declamaciones, dicha poesía logre despertar a aquella alma que los brazos de este loco poeta anhelan una vez estrechar y en ese momentáneo regreso  reintegre en su pecho aquel latido que entrego al objeto de su afecto.

 

Pese a que es tachado de loco, de iluso y mentiroso eso no lo debilita. Lo que le aqueja es dejar de sentir, dejar de transcribir sus pensamientos que endulzan su amargo momento. Ese momento que evoca en el inicio y final a cierta alma que sin un ápice de arrepentimiento desde su partida se aferra egoístamente al nulo efecto de la inexistencia.

 

Este loco poeta, noche tras año llora ante la Luna llena, que, debido a su gran tristeza, trágica se torna sangrienta. Y en dicha transición consuela a este loco poeta con infinita lluvia de estrellas, pero él no se encuentra solo, ya que le rodean gatos y perros. Seres especiales que perciben la ceguera de lo incomprensible. Entre arrumacos y tiernas lamidas intentan mitigar su dolor en esa, su carne viva pero nunca a  su pecho cicatrizan.

 

Su cordura le enfrasca en una burda dualidad, donde la locura complementa sentimientos que sus emocionales manos transcriben en crudas palabras que su mente acalla pero su corazón por medio de sus labios desenmascara.

 

Almas, ángeles y demonios degustan la melancolía de su gótica poesía, que resalta a través de sus gélidas facciones, expresando mortales sentimientos, provocando en ellos un dulce pecado y a la vez en una amarga redención. En tanto el destino exige al tiempo la extensión de más y más horas de su vida. ¡Evitando a toda costa la ascensión de su primer amor!

 

Las lágrimas de este loco poeta nutren la tierra de este erosionado cementerio. Germinando a la luz de la luna coloridas flores de muerto, que a su vez impregnan los restos de una aromática esencia, revistiendo tal cual humana piel a alma sobre hueso.

 

Este loco poeta ha logrado una gran proeza. Convocar a diversos entes en nombre de un añejo sentimiento y aunque de momentos su poesía dote de movimiento a almas y restos. No logra despertar al amor de su primer y único recuerdo. Ya sea en el pasado o en el presente, sus labios mantienen el recuerdo de su primer beso. Gestando en su presente contradictorias reacciones que desbordan en cálidos latidos que diluyen en cada verso la soledad de lo incierto.

 

Loco o cuerdo  seguirá declamando hasta que aquel sentimiento sea despertado con su dulce aliento. Ya que aquella alma que no logra convocar se encuentra atrapada dentro de un engañoso sueño eterno. La soledad de la inexistencia la retiene pese a que el corazón de su loco poeta aún en la negación de su reencarnación la procura con infinita vehemencia, mientras dentro de ese su sueño eterno la dualidad de su sentimiento acalla lo que el pensamiento de este loco poeta de noche o de día en su sueño eterno le declama.


Todos los derechos de la imagen a sus creadores. 

Solo la edición de los efectos en ella me corresponde.


©Reservados
“Eclipsando a tu Sentimiento”

30 nov 2019

Luna, mi musa nocturna


Luna, mi musa nocturna que por las noches me embrujas con tal expectativa que a mi soledad atemoriza.

 

Ante el surgimiento de tu enigmática figura, excitado te declamo con vehemente fervor, mientras tu influencia posee a mis sentimientos engendrando poesía, ¡que dulce o amarga a mi atracción sobre tu órbita impactas!

 

Y ante tus largas ausencias, dichos trozos de roca que desprende tu amorfo cuerpo, constantes en mis oscuros momentos se visualizan, como tal lluvia de estrellas, que al alba eclipsan la desesperanza de mi castaña mirada.

 

Luna, mi musa nocturna, que rechazas la perfección en el amor y abrazas la imperfección del corazón. Impávida te mantienes cuando la atención de mi mirada pretende ser obstaculizada por el egoísta hemisferio. Ese, que en confabulación con la soledad del universo te engaña y a la vez más y más nos separa.

 

¿Acaso son tus fases lunares simples reflejos de mis estados emocionales o quizás tu bipolaridad ya intangible se subleva sobre mi pecho con exorbitante deseo ante tan intangible devoción?

 

Tus breves acercamientos son actos de un incontrolable sentimiento. Sentimiento que desborda dulce y amarga inspiración, que tal cual océano salado, excitado arremete ante la aproximación de tu erógena esencia, y debido a la impotencia de tu involuntario alejamiento, irracional arremetes sobre el firmamento en contra de mi mortalidad y de tu propio universo.

 

Luna, mi musa nocturna, que debido a la inestabilidad de nuestro próximo encuentro; dormido o aun despierto impactas sobre mi pensamiento. Pensamiento que ya es codependiente de tu lunática inspiración..

 

Luna, poetisa concurrida de mi vista, que ante el amor y desamor; vivos o muertos; mortales e inmortales, causas efectos colaterales no importando dicha condición.

 

Es tanto el amor a ese mortal sentimiento, que  pretendes hurtar a mi pensamiento y mantenerlo encerrado dentro de tu árido recuerdo, y así por siempre le haga el amor a tu pétreo cuerpo.

 

Luna, amante nocturna, que rechazas los cortejos de cualquier cuerpo celeste que confabulé en pro de desviar de tu órbita  mi constante atención.

 

Luna, musa nocturna que en cada uno de nuestros desencuentros, te jactas de haber desterrado ya mi miedo. Ese, que se hacía cada vez más fuerte debido a nuestra fallida unión. Ese, que hoy mi voz ya en su ausencia te convoca con finito fervor.

 

Luna, princesa amada y a la vez repudiada, que ante la lejanía de mi aliento ansiosa pretendes con un cálido beso perpetuarte sobre mis labios gruesos. ¡Ella, mi Luna, está,  mi musa nocturna que a mi soledad con paciencia cortejo!


#Aquílaposíatambiéntrasnpira

©Reservados
""Mi mundo a colores"

4 nov 2019

Tradición



En México ya el viento transpira chocolate y dulce pan de muerto. Ante tan apetecible tentación, la Muerte ya olisquea esta emblemática fecha que cada vez más y más a su apetito se restriega. ¡Dichas veladas son tan emotivas debido a que  propician el reencuentro entre ella y su hermana la Vida!


Con entusiasmo, la Muerte debraya con la gran variedad de ofrendas que tendrá que degustar, y extasiada comienza a elaborar el gran listado de almas a las que debe ya despertar. ¡Ellas, abrigadas por la eternidad yacen en un sueño profundo, solo interrumpido por el clamor de sus seres queridos!


Los festejos en honor a su enigmática figura recorren a media noche las calles del centro histórico, y a nombre de su persona arman una gran farra. La Muerte, en calidad de invitada especial no se da por aludida y entre genuinas calaveritas, acepta con algarabía dulces y fuertes mentadas. Eso se debe a que permite a los seres vivos, que cada mes de noviembre del año presente, sus entrañables fallecidos les visiten y por minutos conversen espiritualmente.


Y pese a la diversidad de creencias, año tras año crece el fervor, el cual  fortalece esta ancestral tradición. MexiCráneos y alebrijes pacientes se exhiben sobre reforma, mostrando movimiento ante el recorrido de  la Muerte, que admirada  reconoce la creatividad del mexicano, que en su honor le han ofrendado.


El día de muertos, herencia de un mágico pueblo conmueve a la Muerte. Del 2 al 3 de noviembre ella se hace presente, pero nunca deja trabajos pendientes. Ya que con esmero cuida su rebaño de almas, y dentro del año de su ida y venida, sin discriminar se lleva a las que dolorosamente se desprenden de la Vida, ¡figurando ya su nombre en su infinita lista!.


Ante la ingesta de tequila, mezcal, charanda, pulque y chelas, Vida y Muerte festejan una vez más el reencuentro, y pese a estar un poco ebrias, la Muerte no deja a ninguna alma en pena. A su lado se muestran perros, gatos que en vida estuvieron al lado de humanos y que hasta el final de sus días les procuraron.


Y antes de que acabe dicho festejo, le recuerda a su rebaño degustar todo lo que se les ha ofrendado. Ya que pasará más de un año en el que nuevamente los recuerdos de los humanos, linaje vivo que aún no parece los convoquen y ellos a su vez acudan al llamado, debido a que dentro de sus mentes perenne vivos los mantienen, pero es probable que el próximo año nadie les llame ya que el vivo recuerdo quizá los alcance y el olvido para siempre los apague.


La Muerte, pese a ser un ser eterno y poderoso ente, no puede evitar sucumbir a las delicias de esta tradicional cocina, y antes de su partida, voraz prepare su itacate con el que al inframundo debe retornar. ¡Así en aquellos meses seguirá degustando en soledad de tan deliciosa comida y refrescante bebida, mientras llega otro festejo del tan especial día de muertos!


Chopeando chocolate con rico pan de muerto, la Muerte divaga con las sorpresas que los humanos probablemente le deparen en el próximo festejo de día de muertos; donde la ensalzan sin miedos y con la dualidad de enojo y agradecimientos. Llegado el momento, con gozo despertará a los muertos pese al regaño de sus hermanos los eternos que no comprenden el apego a los mortales, ni su exagerado gusto por el chocolate y dulce pan de muerto.


Vida aun te Espero

©Reservados
"Mi mundo a colores"

21 oct 2019

Un beso

By Hechicero de Dragones

Un beso, es un acto sublime que evoca el despertar emocional y físico de aquellos labios a los que se entrega, causando mutuo enamoramiento o en su defecto neta desilusión. ¡Esto en base a la veracidad de su declamada alusión!

 

Dependiendo de la intensidad del beso, puede ser que al prodigarse a labios expertos e inexpertos, envíe señales a nuestro cerebro. Segregando sustancias químicas que entre estrógeno y testosterona, a nuestro olfato seduce o tan solo ni le provoca dicha reacción de hormonas. 

 

Un beso, es dador de finitas reacciones, que como tales colibríes, atraídos por excesivas feromonas secretadas de saliva en saliva, polinizan ese apasionado momento con tal dulce sentimiento. ¡Desbordando poro a poro sobre nuestro empalagoso cuerpo!

 

Un verdadero beso, es aquel que al ser dado y correspondido, acciona las pulsaciones del corazón. Aproximadamente de 60 a 100 latidos libera expresiones que se denotan a través de nuestras facciones con desmedida alusión.

 

Un beso es tal catador de sentimientos que basta tan solo uno de ellos, para saber hasta donde la química acciona la compatibilidad del receptor y por siempre incitará un constante deseo de poseerlo, pero jamás se comparará con la negación de un vil arrepentimiento.

 

Un beso, es aquel que pese el tiempo y la distancia, la vida o la muerte nos mantendrá como leal santuario de aquellos labios que perenne su efecto nunca perece.

 

Un beso, es la semilla que en los labios del ser amado germina y ante la mutua intensidad deriva en sensaciones infinitas, mientras dentro de la boca del receptor dicho beso gesta inigualable metamorfosis. Liberado suspiros, que como tales mariposas al viento  se disipan perpetuando un sexual acto.

 

Un beso, es la exhalación de amor que sin caretas se declara sin ninguna pretensión. Puede ser nuestro cielo o quizás nuestro infierno, dependiendo con que intención lo confiemos.

 

Un beso, es aquel que al ser depositado en los labios del ser amado, deja a su resguardo parte de su innegable legado. Ese sentimiento que en completa desnudez se entrega a los labios de un probable querer y aun en el constante caos de nuestro libido es dulce caramelo ante un amargo aliento, que  evita a nuestros labios ceder ante un amargo pecado.

 

Un verdadero beso es una constante caricia, que debido a la ausencia de respuesta se muestra tal cual tierna sonrisa. Un beso, es aquel que por más que pierda a través del tiempo la perspectiva de ese sentimiento, insiste en mantenerse leal, al no entregarse cuando ya solo el deseo por la carne le llame.

 

Un beso, es un sublime acto que entrelaza a dos corazones vinculando emociones y mutuas sensaciones. Es aquel que no tiene forma, no tiene edad ni sexo.  No es clasista, no es vengativo, no es elitista. Es tan solo un beso que al posarse sobre desnudos labios despierta emisiones sin ni siquiera avergonzarnos ni mucho menos escondernos. 

 

El verdadero argumento del beso, es el medio por el cual se expresa nuestro ritmo cardíaco. Innegable voz del corazón que confronta los miedos de esos labios, fermentando de dulce encanto a su pasada decepción.


©Reservados
“Mi mundo a colores”

20 sept 2019

Cuervos


Hambrientos los cuervos se atragantan de mi cuerpo. De tales restos crean un vínculo inquebrantable entre tu deseo y mi sentimiento. Con sus filosas garras de mi pecho ya han hecho tu innegable aposento, cubriendo con su tornasolado plumaje ese deprimente hueco donde hace milenios mi corazón dejó de latir debido al contacto de tu inmortal beso.

 

Tal criaturas carroñeras al probar de mis labios fielmente resguardan el pasado de nuestro primer beso, y pese a que  en plena reencarnación mis erosionados huesos recobren un limitado movimiento. ¡Una vez más ante las expectativas  de vivos o muertos evitas por medio de tus cuervos que nadie te separe de ellos!  

 

Debido al egoísmo de tu desmedido apetito, con incesantes graznidos, a mi alma convocas en pleno despertar, develando el secreto que en el pasado ensalzaba la sexualidad de mi género. Ese, que desde mi nacimiento ambicionaste y el cual hasta hoy vinculas el putrefacto éxtasis de tus celos con el dulce sabor de mi carne.

 

El Destino, tal cual bufón, hace escarnio sobre la predisposición de tu protección, y pese a dichas acciones, tus leales cuervos no ceden haciendo que  mi alma  se aferre con determinación a mis restos. Ellos, orgullosos, me muestran como tal genuina simbología de tus sentimientos. 

 

Debido al precipitado ocaso de mi momento, su azulado plumaje ya contrasta con la blancura de mis huesos. Y en pleno apareamiento, tu maldad y mi pureza engendran una peculiar entrega sin un atisbo de inocencia. Ellos, afines a tu voluntad, esperan tu señal para interferir ante posibles conflictos entre mi necedad y tu férrea entereza.

  

Despertar tras reencarnación,  tus cuervos devoran a mi cuerpo pretendiendo llegar hasta donde mi oscuridad les permita a mi pensamiento desentrañar, pero al ser observados por mi locura, les causa tal animadversión,  que por momentos desvinculan a mi pensamiento de tu sentimiento. Aun así, jamás a mi pecho dejan en soledad pese a que ya se pierde sobre estos erosionados huesos, ¡qué carne y piel ausentes se muestran de ellos!

 

Al retoñar órganos y carne, de mis huesos, tus cuervos hurtan el brillo de mi sentimiento. Brillo que ante la oscuridad ilumina ese preciso momento, cuando  tus eternos brazos a mi alma no sueltan, y por más que tu obsesión me atesore, ¡este mi innegable despertar a tu inmortalidad exaspera!.

 

En ese mi primer respiro, tus esbirros repetitivamente se hacen presentes, y mirando hacia donde tu sentimiento reclama una vez más mi alma, sin contemplación me depredan reivindicando tu derecho a mi ser. Y es que, debido a cada una de esas reencarnaciones, a mi alma, a mi ser las atesoras como sello innegable de tu vehemente desvelo.   

 

Entre tu negación de mi sentimiento manipulas por milenios de milenios el libre albedrío de mi derecho qué en pos de esta tóxica relación, me mantienes a mi, al objeto de tu afecto aprisionado sobre tu  pecho. entre mi vida o mi muerte, evocas aquel memorable momento en el que la soledad de tus labios fue disipada con la innegable compañía de mi primer beso.


By Hechicero de Dragones

©Reservados
“Mi mundo a colores”

23 ago 2019

Los Girasoles no aman en Invierno

By Hechicero de Dragones
Los Girasoles no aman en Invierno

El invierno ha llegado con tal disfraz de enamorado. Pretencioso te oculta de mí, de la luna y las estrellas; con simulado frenesí su frialdad te abraza no permitiendo a mi mirada percibir más las formas de tu excelsa corola.


Con su gélido aliento pretende opacar a mi cuerpo, pero únicamente por días logra contener la libido de mi fuego. Y ante mi ausencia, dentro de las restantes estaciones vocifera; el ingenuo Sol por fin retornará y no encontrará Girasol al que deba amar.

 

Detrás de su séquito de nubarrones mi pensamiento desespera. ¿Es que acaso no deseo que perezcas?, pero tú, mi dorado Girasol,  aprovechaste mi momentánea ausencia para que Invierno por completo a tu ego enaltezca. Como el ser andrógino que eres, te entusiasma ser deseado, ser admirado y cortejado sobre todos. ¡Y sin más, expones cruelmente el secreto de mi sentimiento ante el gélido beso del señor del hielo! Y desde aquel suceso, tu mirada ya ni me acompaña en cada resurgir de mis mañanas.

 

En cada uno de nuestros sucesivos encuentros postergaste nuestro mágico ritual de apareamiento. Ese, donde la fotosíntesis acortaba la distancia entre tu tallo y mi cálido aliento. Ni siquiera al evocar aquellos recuerdos cuando la calidez de mis caricias  polinizaron tu verde cuerpo, me salva de tus malintencionadas artimañas.


Dentro de mis ausencias, Invierno se expande y soberbio cubre todo lo que su vista percibe. El trae consigo efímeras promesas con las que engancha a todos aquellos seres ególatras y narcisistas. ¡Tú!, fuiste uno de sus más fieles adeptos, ya por la madrugada me rechazabas con el pretexto de que eclipsaba la belleza de tu alma. Día tras día negociabas con el ocaso, para que así te bloqueará de  mis melosos brazos.

 

¿Cómo pude ser tan ingenuo al no percibir desde aquel entonces la conspiración de tu vanidosa belleza, que maliciosa alimento las intenciones de mi álter ego llamado Invierno?

 

Era claro que anhelabas abandonarme  y aprovechaste la oportunidad de escapar de aquel hermoso valle, en donde, mi aliento fortalecía fuertemente a tus débiles raíces. Raíces que debido al efecto de mi ternura, se aferraban profundamente en contra de todo lo que pretendiera arrancarte de mí lecho. ¡por eso y mucho más era por lo que me aborrecias!

 

Fueron dos otoños en los que te vi crecer, en los que tu sonrisa al abrirse reflejaba más y más a la mía. Aun así nunca aceptaste que mi amor se entregaba sin pedirte nada. ¡Estaba tan confiado que alguna vez comprenderías del porque siempre te procuraba!

 

Debido a tu inexperiencia no comprendiste del porque la naturaleza nos unió, del porque mi calor es y era parte esencial de tu secreta belleza y maduración. Y que debido a ese cariño te mantenía en un constante ciclo de renovación, mientras yo despertara sobre tu cielo, tú jamás te marchitarías. Una y otra vez renacerías debido al fuego de mi amor; ¡con dicho pensamiento una que otra vez justificaba los desdenes de  tus hechos!

 

De norte a sur, de este a oeste, debido a la libre propiedad heilotrópica. En todo momento tu corola con voluntad propia me procuraba pese a tu creciente odio.

 

Eras  feliz cuando se presentaba la señora de la oscuridad, que por horas te liberaba de mi constante influencia. Ya recuperado tú curso diurno, sentías plena confianza de codiciar un futuro tan diferente al de tu linaje, conocido como la orden de asterales.


Eso era lo que te mantenía con fuerza. El odio que acrecentabas hacia tu mentor. Siendo cada vez más fuerte en cada inicio y final de toda estación.  Simplemente yo era el obstáculo más grande al no captar la admiración de aquellos que habitan más allá de ese valle, el cual habías denominado tu repulsiva prisión.

 

Ofrendaste a Invierno tus dorados pétalos, esa fue la condición para ser librado de mi presencia. Arrancándote de esta legendaria tierra donde mis rayos mantenían a tu cuerpo enraizado y a disposición de mis candentes labios, fue tu máxima en esta compartida tierra. Invierto, a cambio de cumplir tu capricho, exigió algo más, la dualidad de tu virginidad como máxima garantía. A cambio de ello, tu efímera belleza por siempre eterna mantendrías y tus labios jamás serían profanados por los sofocantes besos de aquellos soles a los que tanto odia tu efímera belleza.

 

¡Y sin más, Invierno de un solo tajo te arranco de mi lado! Seguro de que se ha llevado el motivo por el que brilla mi halo. Y en cada uno de sus retornos jactancioso afirma con hirientes palabras;  “Ya nadie habitará en tu astronómico pecho”.


Son estos los momentos en donde mi conciencia me atormenta con una pregunta trillada y hueca. ¿Acaso has muerto o simplemente tus raíces se aferraron encima de otra tierra o al amparo de otro aliento?

 

¿Oh tal vez sea verdad lo que Invierno cuenta, que en aquel día en el cual te entregaste hurto tu dorado brillo y marchito lentamente tus suaves pétalos, para que nunca jamás tuvieras descendencia y por siempre yo iluminando sufriera!.


Como toda estación él siempre regresa y cada que anhelo saber de ti, el malicioso eclipsa por días a mi entereza. Encerrado dentro de sus nubarrones se jacta de cómo te sedujo, del como tus deseos fueron suyos; de cómo degusto quemar y cortar tus suaves y verdes raíces; del como hurto tu dorado brillo marchitando lentamente a tus suaves pétalos, para que nunca jamás tuvieras descendencia; y por último, como tú, mi amando Girasol bebió de sus fríos labios, mientras la dualidad de tu virginidad se le ofrendaba agradeciéndole la libertad lograda. Ya por último, Invierno cuenta, que mis caricias te asfixiaban, mientras mi sonrisa lentamente te marchitaba.        

            

Invierno luce como tal corona infinidad de trofeos que según obtuvo fácilmente debido a que la tonta vanidad a los seres les condena. El asegura que sabe cómo influenciar los sentimientos de los que con codicia miente al afirmar que pueden amar. Sobre los cielos, soberbio vocifera: ¡El imponente Sol no tiene ya a quien hacerle el amor, debido a que fue rechazado por un simple Girasol! El cual aprovechando su necesidad de cariño le convenció, ¡que los Girasoles aman en invierno y en cualquier otra estación!

 

Sus hermanas las estaciones apenadas se encuentran ya que de boca en boca se han enterado que la orden del Girasol fue extinguida por una malsana pasión y por ello,  el caballero Sol desde aquel trágico momento no sonríe debido que los Girasoles a su vista ya no le inspiran  confianza ni le procuran pasión.

 

¿Huiste por voluntad propia o Invierno con mentiras se aprovechó de tu desesperación? Yo mismo me respondo sin ya justificar tu decisión, sin que mi razón anhele más las migajas de tu compasión.


Sobre los firmamentos mi cuerpo se embellece, ya que tengo la responsabilidad ante múltiples especies.  Y aun, cuando tú, lúgubre Invierno intentas lacerar a mis oídos con esa repetitiva historia,  tus burlas me han fortalecido tanto de que ya no me importa.

 

Ya han pasado tantos siglos y en las sucesivas visitas de la primavera, una vez más ella toca a mi puerta y con la intención de verme sonreír, picará suelta su ya preciada herencia, brindándome un sinfín de incondicionales seres y flores que comprenden el porqué de nuestra mutua asociación, y del porque estaremos unidos hasta que los tiempos extinga mi sonrisa.


Y aunque la futura orden del Girasol con hechos intenta redimirse, convenciéndome de que poseen belleza y sentimiento. Suceda lo que suceda recordaré la máxima regla que tiempo atrás por ceguera ignore; “los Girasoles únicamente aman en invierno, pero no  en ninguna otra estación, debido a que en su momento, cuando fueron creados se les dio la oportunidad de elegir entre belleza y corazón. La naturaleza respeto su elección y de efímera belleza les dotó.

 


©Reservados
“Del corazón a la Luna”